Atención empresarios de hostelería
Todo en busca de ser más eficientes y consecuentes con la sostenibilidad medioambiental.
El pasado día 31 de mayo, Silvia Catoira, en las instalaciones de la C.E.O.E., a un nutrido grupo de representantes de empresas de la hostelería y caterings, a periodistas y personalidades relacionadas con el tema, presentó la nueva asociación O.E.C.R.A., Oficina Española de Control Residual Alimentario.
El acto fue presidido por Ángel de Oteo, director general de Agricultura, Ganadería y Alimentación la Consejería de Agricultura de la Comunidad madrileña, Antonio Galán presidente de AMER, Asociación Madrileña de Empresas de Restauración y la propia, Silvia Catoira, como vicepresidenta de O.E.C.R.A.
Por último nos informo de la creación de un laboratorio de empresas de I+D para estudiar el posible aprovechamiento y reutilización práctica a partir del monto biológico de los los restos y desperdicios.
Don Antonio Galán, como representante de los restauradores madrileños, explicó su postura de recepción obligada y la necesaria adaptación a lo legislado con los medios necesarios y agradeciendo a O.E.C.R.A. por su decisivo y profesional asistencia y apoyo al sector.
El porqué
El tirar comida es un defecto cada vez mayor de nuestra moderna sociedad, otrora opulenta, occidental de consumo muchas veces desaforado. Existe este vicio social en todos los países desarrollados como la Unión Europea, Estados Unidos, Cáanadá, Australia, Nueva Zelanda algunas zonas de Latinoamérica y de países en desarrollo en Asia y África sobre todo en los grandes centros y aglomeraciones urbanas.
Este mundo moderno, de la abundancia y el lujo para muchos, es también el de la escasez patética para una gran parte de la población.
Desperdiciar restos de alimentos sin buscar como poder aprovechar todo su valor energético es un buen síntoma de una sociedad civilizada, con mayor urbanidad, limpieza y disminución de inmundicias.
El desarrollo cultural, la sensibilidad ante el problema y la concienciación de los ciudadanos ha motivado a nuestras autoridades europeas y a enfrentarse con presteza y miras a mediano plazo en cambiar el proceso.
La Unión Europea, por todo ello, consciente del cada vez mayor, problema, que no es exclusivo de España, intima cartas en el asunto y ha legislado al respecto para establecer una serie de normas y protocolos para regular todo esto.
Al respecto el Estado español, el pasado 11 de mayo, acaba de tramitar la nueva Ley de Pérdidas y Desperdicio Alimentario, aún en los últimos pasos de aprobación definitiva.
Datos del Problema
La FAO estima que, a nivel mundial, se pierde o desperdicia 1/3 de la producción de alimentos.
En Europa según el estudio para la Comisión Europea, se estima que las pérdidas y desperdicio de alimentos alcanzan aproximadamente los 89 millones de toneladas de alimentos al año (179 kg/habitante), los cuales provienen en un:
* 42% de los hogares, del cual el 60% sería evitable.
* 39% de los procesos de fabricación, del cual la mayor parte se considera inevitable.
* 14% de los servicios de restauración y catering.
* 5 % de la distribución
España es el séptimo país que más comida, en proporción a su población, desperdicia (7,7 millones de t), tras Reino Unido (14,4 millones de t), Alemania (10,4 millones de t), Holanda (9,5 millones de t) Francia (9,1 millones de t), Polonia (9,0 millones de t) e Italia (8,8 millones de t).
El desperdicio medio por hogar (2,7 personas de media) es de 1,3 kg/sem o 76 kg/año, lo que equivale a más de medio kg de alimentos por persona y semana.
Los hogares españoles tiran en un año 1,5 millones de toneladas de alimentos que eran validos para el consumo.
El empresario español ante la ley
Siempre cada nueva ley es una carga e injerencia más en el ya difícil proceder del trabajo de cada empresa. Además de una tasa más, con el consecuente papeleo.
Muchas veces el pequeño empresario, el 90% de ellos, se ve angustiado en cumplir con estas normas y cumplir con la legislación para evitar posibles multas ( en este caso desde 2.001 a 500.000 euros) y se agobia.
Los de tamaño mediano y los mayores tienen más medios técnicos y legales, propios o contratados. Aunque cumplir con la cada vez mayor acumulación de leyes y protocolos siempre produce más gastos que repercuten en los resultados.
Además introduce instrucciones oficiales sobre envases obligatorios para que el comensal pueda llevarse del bar o restaurante , tanto biogradables o de plástico, y que éstos se deben cobrar al cliente para intentar ir beneficiando los biológicos y así evitar la contaminación plástica.
La ley distingue en día grupos, en principio, ateniéndose a su tamaño, mayores y menores de 1.300 metros cuadrados.
Para ayudar a solucionar a su medida a cada empresario este problema, O.E.C.R.A., surge para estudiar, asesorar, formar y confeccionar, de forma técnica y profesional en cada caso según sus necesidades, tamaño, sector, y otras peculiaridades personales.
Para ello los que puedan estar interesados pueden ponerse en contacto con O.E.C.R.A. para consultas, aclaraciones o en su caso les visiten para que sus técnicos especializados se desplacen a sus instalaciones con el fin de confeccionarle un presupuesto singular a su medida.
O.E.C.R.A. también le preparara para la defensa ante esta ley, ASEGURÁNDOLE QUE NO SERÁ SANCIONADO, y si lo FUESE OECRA SE HARIA RESPONSABLE DE DICHA SANCIÓN. Además le ofrecerá cursos de formación y uso de dichos protocolos.
Por otra parte colabora desde ya en la redacción y constitución de un Código Alimentario de España.
Felicitamos a O.E.C.R.A por su esforzada defensa y colaboración en los trámites de esta ley cada vez más necesaria. Una iniciativa a la que les animamos a conocer y sopesar.
Y a todos los españoles que se apliquen en ello y a los hosteleros, distribuidores y particulares para que colaboren en esta campaña de concienciación ciudadana que nos ayudará a conseguir un mundo más justo, solidario y sostenible.