La meta 12.3 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas (ONU) exige reducir a la mitad el desperdicio mundial de alimentos per cápita en los niveles minorista y de consumo y reducir las pérdidas de alimentos a lo largo de las cadenas de producción y suministro de alimentos.
Para mejorar, la Comisión Europea propone ciertos objetivos. En concreto, el JRC calculó el impacto de tres escenarios de reducción, con disminuciones de alrededor del 12%, 23% y 41% en el desperdicio de alimentos de la UE, lo que implica diferentes niveles de cortes de desperdicio de alimentos en la cadena de suministro.
Los resultados muestran que, con estas reducciones, los hogares de la Unión Europea podrían ahorrar entre 220 y 720 euros en promedio cada año. Esto significaría una disminución de más del 6% en la proporción del gasto en alimentos en el gasto total de los hogares.
Además, desperdiciar menos alimentos podría ayudar a mitigar los precios de los alimentos. Por ejemplo, el informe del JRC revela que el precio de las verduras podría disminuir hasta un 4%, mientras que los precios de las frutas podrían bajar un 2%. Además, estima que reducir el desperdicio de alimentos podría conducir a una reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero de hasta 108 millones de toneladas, según el escenario considerado.
Los investigadores del JRC también han llevado a cabo una consulta específica entre los estados miembros y las partes interesadas para recopilar datos sobre las iniciativas europeas de prevención del desperdicio de alimentos. En total, recibieron respuestas de 20 países relacionadas con 62 iniciativas donde participaron minoristas, municipios, consumidores, organizaciones de la sociedad civil, agricultores, escuelas y otros tipos de partes interesadas.
Los hogares son responsables de más de la mitad (53%) del desperdicio de alimentos en la UE, con más de 31 millones de toneladas de alimentos tirados en 2020. El sector de procesamiento y fabricación ocupa el segundo lugar, con el 20% del desperdicio de alimentos de la UE, seguido por el sector de producción primaria (10%), restaurantes y servicios de alimentación (9%) y comercio minorista y otros sectores de distribución de alimentos (7%).
En cuanto a lo que constituye el desperdicio de alimentos de la UE, las frutas y verduras acaban la mayor parte a la basura, representando el 27% y el 20%, respectivamente. Los cereales (13%), la carne (10%) y las patatas (10%) también tienen una participación considerable.